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Capítulo 14.

Después de pasar la mañana juntos y de que Jimin hiciera un rico desayuno y lo consintiera con muchos besos y abrazos, esperaba que su alfa le dijera que era lo que deseaba hacer el resto del día.

Él agendó una cita en un restaurante para tomar el almuerzo juntos, luego lo llevaría a pasar la tarde, ya sea viendo una película o caminado en un parque o lo que Jungkook quisiera.

Tenía pensado algo especial para la noche. Jimin recibe una llamada extraña, pues es un desconocido, solamente sus allegados tienen registrado su número. Jungkook se sienta a su lado al verlo inquieto.

—Hola... —responde.

Se escucha un suspiro, y luego la voz de su padre —Jimin, hola.

—Hola —dice, se siente extraño—. ¿Pasó algo con los chicos?, ¿están bien?

Todo está bien. no te preocupes.

—Bien...

Su padre carraspea —¿Qué harás hoy? Los chicos... y nosotros deseamos compartir contigo y tú...

—Mi alfa —Jimin completa en automático.

Sí, tu alfa, ¿quisieran pasar la cena junto a nosotros?

Jimin se muerde el labio —Deja que hable con Jungkook, ya teníamos planes.

No sientas obligación. Lo que decidan está bien para nosotros, los chicos aseguran que odias la Navidad, antes la amabas.

—Si la odiaba, pero ya encontré un buen motivo para empezar amarla —sonríe cuando Jungkook le besa la mejilla.

Bien, ya sabes que las puertas de casa siempre estarán abiertas para ti, puedes venir cuando desees por los chicos, ellos te aman.

—Y yo a ellos.

Estamos esforzándonos para hacer un buen trabajo, ya no queremos cometer los mismos errores.

—Espero lo logren, ellos se merecen mucho, todo el amor posible. Solo no fallen esta vez, por favor, ahora tengo a Jungkook.

Siempre has podido sin nadie a tu lado... —la voz de su padre se quebranta—. He sido un pésimo padre, ¿no es así?

—Un poco, somos humanos, ya pasó, enmienda tus errores con ellos, sé mejor persona y demuéstrame que sí vales el cariño de los chicos.

Lo siento Jimin, perdona hijo —el omega traga fuerte. Sus ojos se cristalizan. No puede creer lo que ha escuchado.

—Espero sientas eso de corazón, solo ámalos como yo lo hago, por favor.

Buscaré ayuda, créeme, hablaré con tu madre y haremos las cosas como se deben, ustedes lo merecen. Siento que perdí dos hijos y no quiero que siga así.

—Bien, creo que vale mucho que estés reconociendo todo lo que dices. Si necesitan algo por favor avísenme.

Claro, y no olvides la invitación, esperaré tu respuesta.

—Bien —cuelga y Jungkook le sonríe, abre sus brazos y de inmediato el rubio lo sujeta abrazándolo, deja un beso en su frente. Jimin llora en sus brazos.

—Ya, amor, respira.

—Esto es tan extraño, ¿por qué tenía que decir las cosas así? Hoy es tu día y lo estoy arruinando.

—Quizá él no sepa cómo hacerlo de la forma correcta, cariño, sabes que lo que decidas yo te apoyaré, ¿verdad?

—Lo sé, gracias y perdón por abrumarte con todo esto —Jimin intenta incorporarse, pero Jungkook se lo impide y lo toma para abrazarlo más.

—Déjalo salir, esto viene en el combo de tener a este alfa a tu lado.

Jimin sonríe y limpia sus lágrimas —Eres el mejor alfa, gracias, Jungkook.

—De nada amor, no supongas que me molestas o algo parecido, tú me importas demasiado, quiero ser el mejor por y para ti.

Al final, Jimin acepta la propuesta de Jungkook, y esto era que al pasar Navidad, iría con un terapeuta para sobrellevar todas sus emociones, reprimirlas no era nada bueno.

Hablaron sobre qué hacer el veinticinco, decidieron que ese día sería exclusivo para ellos, así Jungkook le dijo que podrían pasar la tarde en la casa de Dongyun y en la cena estarían con Junhyun y Taehyung. Jimin no ocultó su emoción al comprar algunos obsequios para sus hermanos.

Cuando llegaron a casa, Jungkook le hizo saber que esta vez no se contendría si le faltaban el respeto, Jimin le sonríe y dice que espera que todo marche bien.

Caminan hasta estar frente a la casa. Minsuk sale con el rostro plagado de felicidad y se tira a sus brazos. Jimin ríe y Jungkook se siente feliz al ver a su omega feliz.

Luego viene Daebin y para sorpresa de Jimin, Daesun luce bien y sonriente.

La alfa se acerca y lo abraza, Daesun hace lo mismo y él le pregunta si se siente bien, ella da una respuesta afirmativa.

Los tres sonríen mostrando un pequeño obsequio para dárselo a Jungkook, le desean feliz cumpleaños y entran.

Jimin nota la figura de su padre, ahora luce avergonzado y extraño, Haneul le sonríe y baja la mirada. Su padre hace una seña para que se acomoden, después que los chicos terminen de felicitar a Jungkook.

Dongyun no sabe cómo iniciar, observa a Jimin —¿Puedo hablar contigo unos minutos por favor?

Jimin traga fuerte, Jungkook lo toma de la cintura, el alfa mayor niega —Prometo que será rápido, no será nada del otro mundo.

Jungkook se acerca para preguntarle si está bien con eso, él asiente y se pone de pie para ir a la cocina junto a su padre.

Dongyun toma una silla y la ofrece, ambos se sientan frente a frente, el alfa suspira —Quiero hacer esto de una forma correcta, algo que merezcas. Fui un cobarde al pedirte disculpas por mensaje y llamada, lo siento, y siento haber provocado todo tu sufrimiento, fui un mal padre —su voz se quebranta.

Jimin guarda silencio, está aturdido —Estamos intentando hacer las cosas lo mejor posible, empezamos a ir a terapia y tus hermanos igual, me gustaría que tú también lo hicieras, no soy quién para decirte que hacer, pero te hará bien.

El omega suspira, siente sus ojos cristalizarse, su padre continúa —En realidad lo siento, hijo. No sabes cómo me arrepiento de todo. Ver el cariño de ellos a ti, escuchar cómo se expresan y como te cuidan. Ellos son lo que son gracias a ti, gracias por cuidarlos y ser lo que nosotros nunca fuimos para ustedes.

—Está bien, supongo. Ya dije lo que tenía que decir, me alegro de que estés intentando mejorar, como te repito ellos se lo merecen, pero espero también lo hagas por ti y realmente estés comprometido, tienes en juego los sentimientos de personas... de tus hijos.

—Lo sé, y también sé que unas simples palabras no compensarán todo el daño que te ocasioné, pero en realidad gracias por ser todo para ellos y no dejarlos, lo lamento Jimin. Fui un gran estúpido por permitir todo lo que sucedió.

—Está bien, no te preocupes, estoy viendo también por mí mismo y no quiero guardar rencores, me alegra saber que estés cambiando, pero dame tiempo, no puedo continuar así como así. Aún me pregunto si dejar a los chicos con ustedes fue lo mejor. Solo demuestra con hechos todo lo que dices.

—Ellos no están molestos con nosotros, y eso es gracias a ti. A pesar de todo, nunca los pusiste en nuestra contra.

—Sí, bueno... No es justo plantar sentimientos rancios en los demás. Pensé que ellos podrían sacar sus propias conclusiones al crecer.

—Me sorprende, eres muy bueno. Espero poder ganar tu perdón y quizá algún día podamos estar tranquilos y que el cariño vuelva a nacer otra vez. No es forzado que pase, pero sería lindo Jimin, quiero compensarte por todos estos años.

—Ya veremos que dice el tiempo, me alegro por ti y que al fin puedas abrir los ojos.

—Y yo agradezco por ti, porque tengas a alguien como ese alfa a tu lado, si te soy sincero, sentí algo dentro de mí cuando vi que te cuidó como yo nunca lo hice, lo mereces hijo, mereces todo lo que nosotros nunca fuimos capaz de darte.

Jimin sonríe y baja la mirada —Jungkook es un gran alfa, tengo mucha suerte de tenerlo.

—Y él de tenerte a ti.

—Supongo, gracias.

Jimin ve al alfa soltar un par de lágrimas —Pero basta de todo esto, empecemos de nuevo, ¿te parece?

—Bien, y si algún tiempo sienten que no pueden con ellos, llámenme, yo los querré siempre, por favor. 

—No pasará, créeme, hijo. Vamos a dar todo de nosotros.

Salen de la cocina y van a la sala, todos voltean, Jungkook lo observa con preocupación. Jimin nota su rostro ansioso. Llega junto a su alfa, intentan pasar un rato tranquilo, tanto Dongyun como Haneul felicitan a Jungkook, el solo asiente en agradecimiento.

Ambos llevaron regalos para los chicos, beben chocolate con malvaviscos y comen algunas galletas, pasan un buen momento.

Pasado el rato llega el momento de irse y sus padres le dicen que las puertas de casa están abiertas para que regrese cuando quiera.

Jimin agradece y parten de la casa, Jungkook le abraza cuando salen —¿Qué te sucede?

—Fue extraño escucharlo decir todo eso, por un tiempo siempre soñé que este día llegara, ahora que pasó, siento que mis sentimientos respecto a eso se apagaron, no sé si solo es por la tontería de estas fechas.

—Debemos esperar, amor, esperemos que lo haga por las razones correctas, mientras me tienes a mí y siempre me tendrás, ¿cómo viste a tus hermanos?

Jimin le sonríe —Bien, los veo felices, al parecer y por lo que he visto se han esforzado.

Jungkook lo besa y abre la puerta del auto para que se adentre, le acomoda el cinturón de seguridad y le deja un beso rápido en los labios.

Por primera vez desde hace mucho tiempo Jimin veía por la ventana y sonreía con las luces adornando la ciudad, suspiró feliz gracias al aroma de Jungkook.

Llegan a la casa de Junhyun y Taehyung, de inmediato las puertas les son abiertas y el omega abraza fuerte a Jimin.

—Desde el fondo de mi corazón deseaba que este idiota algún día tomara el gramo de inteligencia que posee y lograra conocerte. Es un buen alfa, cariño.

Jimin le sonríe y acepta el cariñoso abrazo —Lo es, es un buen alfa.

—Te ves relajado, lindo siempre has sido, te veo mejor, me alegro amigo —hace un puchero. Junhyun de inmediato llega para confortarlo.

—Taehyung es muy sensible en estas ocasiones —él dice, dejándolos pasar. Sungbae sale de inmediato, no sabe a quién saludar primero.

Jimin sonríe y él va directo a sus piernas.

Jungkook bufa —Te entiendo campeón, yo también caí con esa sonrisa —dice y el omega se ruboriza.

Junhyun, Taehyung y Sungbae abrazan a Jungkook, le obsequiaron unas entradas para un partidos de fútbol y el pequeño hizo una tarjeta usando macarrones.

Pasan una velada tranquila y linda. Antes que sean las once, ellos deciden regresar a casa para estar juntos. Jungkook no sabe que Dulce le ayudó a Jimin a preparar algo para su cumpleaños.

Está por ser media noche cuando pasan por la puerta, Jimin lo detiene —No te molestes por favor.

—Porque debería molestarme... —Jungkook guarda silencio, ve la sala principal con algunas decoraciones, velas encendidas y algunos lindos detalles.

—Feliz cumpleaños, Kook —Jimin lo abraza por detrás dejando salir su olor. El alfa suspira feliz por el ambiente creado gracias a sus aromas.

—¿Hiciste todo esto por mí?

—Sé que mereces más, perdona por tan poco... tenía planeado llevarte a comer, luego dar un paseo o ver una película o lo que tú quisieras, pero después...

Jungkook lo hace callar atrayéndolo con un fuerte abrazo —Esto es muy lindo, cariño, me encantan muchas gracias.

Le toma el rostro y lo besa —¿En serio te gustó?

—Por supuesto que sí.

—Te volveré a preparar el desayuno después, es parte de la sorpresa —lo toma de la mano y lo lleva a la mesa donde hay una pequeña tarta. Jimin se apresura y enciende la vela—. Gracias por llegar a mi vida Jungkook, te quiero.

El alfa le sonríe y Jimin no puede creer estar más enamorado —Gracias a ti por aceptar ser parte de ella, pero ahora es nuestra, cariño.

Jimin se emociona y le aplaude para que pida un deseo, Jungkook niega con una enorme sonrisa, en su mente solo puede dar las gracias porque Jimin es más de lo que ha esperado, solo desea darle todo lo bueno que merece y estar para siempre junto a él.

—Tengo esto para ti —dice emocionado. Jungkook toma los bolsos, saca un sudadero, una bufanda y una colonia con aroma a tabaco y vainilla.

—Bebé... no debiste molestarte, me encanta, muchas gracias —lo atrae para darle un beso.

—No es nada.

Ambos terminan por compartir una pequeña tajada de pastel, van a la habitación, cambian su ropa y luego cumplen con todo su aseo personal.

—Lo mejor de este año y espero sea así por mucho tiempo es tenerte conmigo, compartiendo cama, momentos, felicidades y tristezas, llámame loco, pero quiero todo contigo.

Jimin se acurruca sobre su pecho —Me encantaría, lo juro.

Minutos más tarde ambos están completamente dormidos, cuando al fin amanece Jimin es el primero en despertar, están por ser las ocho, con mucho cuidado se escapa de los brazos de su alfa y se escabulle para ir al baño, luego se dirige a la cocina, listo para cocinar algo.

Decide hacer algo de hot cakes, fruta, yogurt y algunas tostadas con huevo. Sonríe satisfecho, ahora solo falta preparar algo de café y listo.

Arriba en la habitación, Jungkook despierta al no sentir el calor de Jimin a su lado, refriega su rostro y va al baño, al terminar baja las gradas y llega a la cocina. Sonríe al ver a Jimin, a su omega le brillan los ojos cuando conectan miradas.

—Despertaste —camina para abrazarlo y saludarle con un sonoro beso. Jungkook se oculta en su cuello.

—No estabas a mi lado, amor.

—Te dije que prepararía el desayuno, vamos —le toma de la mano y van a sentarse.

Jimin espera atento a que Jungkook coma, le sonríe y agradece con un beso —Están deliciosos, amor.

—Son solo hot cakes.

—No importa, tú los hiciste.

Ambos comen y comparten risas  cuando el alfa cuenta anécdotas graciosas de su vida. Jungkook cree que ese es el mejor día de su vida.

Cuando han terminado, saca unas bolsas y las deja frente a él —Espero te gusten —le sonríe tímido.

—Amor, no debiste molestarte, ¿cuándo fuiste por todo esto?

—Junhyun me ayudó.

—Gracias, bebé —toma las bolsas que Jimin tiende. Lo primero en sacar es un reloj, a Jungkook le encanta, también hay unas galletas, un gorro y unos guantes de cuero sumamente elegantes.

—Esto es demasiado, muchas gracias, me encanta, todo es perfecto, pero ayer me diste obsequios no era necesario que me dieras hoy —lo abraza para luego atraerlo a sentarse sobre su regazo.

—Me alegro de que te guste, no sabía que te gustaría, y ayer fue tu cumpleaños hoy es Navidad, son dos cosas totalmente diferentes.

—Créeme que todo lo que provenga de ti me encanta, tu compañía me basta, también tengo algunas cosas para ti.

—Mereces más que eso —le observa con ternura sujetando sus mejillas para después besarlo.

Se separan y chocan las narices, ambos sonríen y continúan besándose. Jimin suspira y lo abraza por el cuello, Jungkook fija sus manos sobre su cintura.

El omega se incorpora un poco y se sienta a horcajadas. Jungkook escabulle sus manos para tocar su piel, de nuevo Jimin busca sus labios besándolo apasionadamente, unos segundos más y sus besos inician a ser demandantes.

Jungkook empieza a subir el suéter que Jimin lleva puesto hasta dejarlo con el torso desnudo. Le sonríe con picardía y besa su pecho, su omega deja caer la cabeza por detrás.

Jungkook toma su pezón y succiona —Kook...

—¿Te gusta? —pregunta separándose un poco. Ve a Jimin asentir y siente cómo su entrepierna crece al notar a su omega morderse los labios.

—¿Me creerías si te digo que esto sería tu último obsequio? —Jimin inquiere sujetando su cabeza para sentir más el toque.

Jungkook sonríe —Claro que si —se pone de pie provocando que Jimin enrosque sus piernas alrededor de su cintura, se sonríen. Y camina subiendo las gradas para dirigirse a su habitación.

—Tenía que ponerme un moño —Jimin se sonroja y lo abraza de nuevo.

—Bueno, podrás hacerlo, pero me encantaría que llevaras solamente eso —Jungkook sonríe cuando Jimin le propina un pequeño golpe.

—Tonto...

Al llegar a la habitación lo deja caer con suavidad sobre la cama y se coloca sobre él. Se admiran y sonríen, la sesión de besos inicia. Jungkook agradece, pues para él ese fue el mejor regalo de cumpleaños.

Claro que también Jimin recibió regalos de parte de Jungkook, al final ambos pasaron un feliz y pacífico día disfrutando de su mera compañía.

Los días fueron avanzando, Jimin cumplió el ir a terapia y en la primera sesión sintió que un enorme peso le fue quitado de sus hombros. También se alegró cuando sus padres confirmaron que ellos tomaron citas con un especialista en parejas, familia y de forma personal.

Había mucho que superar y recomponer. El tiempo determinaría que pasaría con la relación entre ellos. Por el momento solo quería paz y tranquilidad para sus hermanos.

Jimin no esperó tener algo como lo que se formó con Jungkook, han disfrutado mucho de sus días y tiempos. Tanto que deseaba tener más horas para pasar los días junto a él. Los que ahora tenía no eran suficientes.

La vida empezaba a acomodarse, en la celebración del nuevo año ambos se dieron el beso de media noche.

A mediados de enero Junhyun le comentó a Jimin sobre un nuevo horario de trabajo, tuvieron que contratar a otros enfermeros, una de las omegas más apreciadas hizo una petición. Se había enlazado, pero su alfa trabajaba por las noches y prácticamente no se veían con tanta frecuencia. Ella presentó una petición donde estaba dispuesta a trabajar cada noche, igualando el turno de su alfa para tener el día junto a él.

Yoongi que era encargado de ese tipo de peticiones, estudió el tema, aceptó solamente si Junhyun aceptaba, cosa que él no le vio problema.

Así que lograron coordinarse en tres horarios y adecuar las diferentes necesidades de los empleados. Dividieron el día para que cada enfermero trabajara 8 horas, y para buena suerte a Jimin se le preguntó si deseaba tomar el turno de siete a tres de la tarde, teniendo cada fin de semana libre y si él deseaba podía tomar turnos.

Pero Jungkook le pidió que no, así tendrían más tiempo para convivir, Jimin a pesar de su amor por la enfermería no le vio problema, porque ahora también amaba estar con su alfa más que otra cosa en el mundo.

No lo pensó dos veces y aceptó gustoso, entraría una hora antes que su alfa, pero la salida era la misma. Podría compartir todos los días con él, deseó haber tenido esta oportunidad anteriormente cuando estaba a cargo de sus hermanos. Pero Jungkook le tranquilizó diciendo que quizás era una recompensa que la vida le daba por todo lo que él hizo anteriormente por ellos.

Jimin estaba algo nervioso, pero muy emocionado, los días avanzaban y su cumpleaños se acercaba. Jungkook no dejaba de sorprenderlo con pequeños obsequios, presumiendo que cortejaba a un muy hermoso omega.

Le mandaba flores y comida al hospital, le obsequiaba ropa, libros, accesorios y más. Por un tiempo se sintió abrumado, habló con la especialista de todas sus emociones y poco a poco todo fue tomando su lugar. Ahora solo podía agradecer lo bueno que era su alfa.

Jungkook lo llevó de compras para adquirir nuevos adornos para su casa, para que Jimin se sintiera cómodo. Jungkook amó ver el toque de su omega, el perfecto equilibrio de ambas personalidades. Fue un poco difícil hacerle saber que esa era casa de ambos, sería su hogar, Jimin parecía sentirse algo aprovechado.

Pero él se encargó de hacerle saber que no era así. Casi a finales de enero Jungkook se sintió extraño, estaba en el trabajo y tuvo que pedir a Junhyun que fuera por él para llevarlo a casa, pues su celo había llegado.

Junhyun informó al omega, y para estos casos tenían un tipo de permiso especial para que los omegas y alfas se acompañaran en sus calores.

Jimin llegó de inmediato al apartamento, estaba asustado por la salud de su alfa. Escuchó que los celos de Jungkook eran muy fuertes.

—Jungkook... —llama yendo a la habitación, la casa parecía vacía, solo se percibía el fuerte aroma de su alfa. Estaba en celo.

Siguió por las escaleras hasta llegar a la habitación donde el aroma se sentía más potente, toca la puerta del baño y llama en repetidas ocasiones, al no recibir respuesta y escuchar el agua correr, se preocupa y se adentra.

Ve a su alfa en la tina con la cabeza hacia atrás, dejando que la lluvia artificial lo empape.

—Alfa, ¿qué haces? —se apresura a ir con él.

Jungkook suspira profundo y se deja ayudar, su entrepierna duele mucho, su lobo aúlla fuerte rogando por su omega.

—No tienes que hacer esto, amor.

—Ven apóyate en mí, por favor —Jimin apaga la regadera y le ayuda a quitarse la ropa para luego tenderle una toalla, le sujeta la mano y lo lleva a la habitación ayudándole a sentarse sobre la cama.

—¿Por qué no me llamaste? —pregunta acariciando su rostro. Jungkook baja la mirada.

—No quiero que te sientas obligado o comprometido. Sabes mi situación y no quiero que influya en nada, tu cumpleaños se acerca...

Jimin sonríe, su corazón se estruja —Todo en ti influye en mí, quiero hacer lo necesario para que mi alfa esté bien, ¿comprendes? No me siento obligado o presionado, lo quiero hacer porque quiero verte bien, ya que necesito estar contigo, mi omega también lo desea.

Jungkook eleva la vista y le acaricia el rostro —Eres lo mejor, ¿lo sabes? Te agradezco mucho cariño.

Jimin le sonríe y le sujeta el rostro para besarlo. Siente el aroma de Jungkook intensificarse y tomarlo con posesividad.

—Si en algún momento quieres detenerte, me dices, por favor.

—Por supuesto —continúan besándose, Jimin siente cómo Jungkook se vuelve más fuerte, controlador y posesivo.

Jimin le permite adentrarse a su boca y Jungkook explora cada parte de su cuerpo, necesita reclamar cada una de ellas. Jungkook lo despoja de cada una de sus prendas y le sonríe.

Trata de controlarse, es la primera vez que su omega lo conocerá en su calor y teme lastimarlo.

Jungkook teme incomodarlo o bien lastimarlo, no permitirá que nada ni nadie vuelva a dañar a Jimin de ninguna forma, incluyéndose así mismo.

Su omega le acaricia la mejilla —Estoy bien, mi omega y yo te necesitamos, alfa.

Jungkook sonríe y al intentar besarlo chocan sus narices y ambos terminan riendo —Lo siento, lo siento.

Se besan en medio de sonrisas. Jungkook poco a poco acaricia su cuerpo escabullendo sus manos bajo la ropa para ayudarlo a deshacerse de ella. Jungkook deseaba tener el tiempo suficiente para pasar un buen rato en cada parte, pero Jimin únicamente quería besarlo y abrazarlo.

Jungkook se acomoda despojándose de la toalla, Jimin pasa saliva al verlo por completo, el alfa se sienta con la espalda en dirección al respaldo de la gran cama —Ven aquí... —llama a su omega para que se siente a ahorcajadas. Se sonríen, el alfa aprovecha para pasar sus manos por sus muslos y cintura para abrazarse a ella.

Jimin se ruboriza cuando su ropa interior se empapa, el tan solo toque de su alfa le hace lubricar, los ojos de Jungkook se vuelven oscuros.

—No te avergüences de eso —lleva sus manos a sus glúteos tanteando su piel, esperando ver qué reacción tiene Jimin. Pero lo que únicamente hace es morderse los labios y cerrar los ojos pasando sus manos por su cuello para sentirlo más de cerca.

Entonces fue cuando Jungkook entendió que era lo que Jimin deseaba, buscó sus labios y lo besó mientras lo preparaba, se deleitó tragándose los pequeños gemidos de su omega

Se deshicieron de sus interiores siguiendo en la misma posición, Jungkook tomó a Jimin del cuello para hacer que lo observara, lo besó con deseo desenfrenado bajando por su mandíbula y cuello hasta llegar a su pecho.

Jungkook estaba por acomodarlo sobre la cama, pero Jimin se negó —Lo quiero así.

—¿No es incómodo para ti?

—No, lo quiero de esta forma, ¿está bien? —pregunta tímido.

Jungkook sonríe besándolo de nuevo, Jimin ayuda al alfa a ponerse el condón, el rubio continúa preparándolo —Creo que ya estoy listo —Jimin anuncia en un jadeo, el alfa saca sus dedos y él busca el miembro de su alfa para alinearse sobre él.

—Si no te gusta cambiamos... —gime al sentir cómo Jimin empieza a aceptarlo dentro de él.

—Diablos, Kook... eso no entrará —Jungkook deja escapar una risa profunda. Jimin le da un pellizco en uno de sus brazos.

—Eso dolió... —ríe—. Iremos lento, ¿sí?

—Bien.

A Jungkook le vuelven a brillar los ojos, besa a Jimin para que se distraiga de la incomodidad mientras lleva una de sus manos a sus pezones para tocarlos. Jimin se deleita en el toque y más lubricante sale, permitiendo que él pueda entrar un poco más. Es entonces cuando decide llevar sus labios a uno de ellos y su omega lo abraza en medio de gemidos.

Jungkook succiona, lame y muerde, pronto nota que a Jimin le encanta todo lo que hace y pasa al otro pezón, justo en ese momento puede entrar completamente dentro de él. Lo deja que lleve el ritmo. Jimin se mueve lento mientras él besa sus pezones.

El ritmo empieza a aumentar cuando Jimin se siente totalmente cómodo. Jungkook afianza sus manos sobre su cintura y es él quién mueve la pelvis ahora entrando y saliendo. Escuchando a Jimin.

De un rato a otro, Jungkook gira a su lindo y fatigado omega, la espalda de Jimin está sobre su pecho. Lo sostiene bien con una mano en su vientre y la otra en su cuello.

Susurra palabras cerca de su oído que hacen que Jimin sienta más, el ritmo empieza a ir más rápido, el pelinegro deja caer su cabeza sobre el hombro de Jungkook y este hace una leve presión en el estómago bajo.

—¿Me sientes? Solo mira que lindo y buen omega eres, dejaste a tu alfa completamente dentro de ti, amor —presiona su piel abultada. Jimin gime y más lubricante sale.

Jungkook aprovecha y lleva su mano al miembro de Jimin empezando a masajearlo, el omega lleva sus manos por el cuello del rubio sujetándose fuerte. Lleva el ritmo de sus estocadas.

—Jungkook... —Jimin tiembla.

—Respira cariño.

—No soporto más —dice contrayéndose mientras se libera, su esencia queda en la mano de Jungkook que sigue masajeando.

El alfa habla cerca de su oído —Eso fue perfecto, cariño.

Jimin se suelta y cae con el pecho a la cama, quedando en una perfecta posición de cuatro. El alfa se detiene lentamente, cayendo sobre él, besa su espalda hasta llegar a su cuello.

—¿Quieres parar, bebé?

—No, continúa, por favor.

Jungkook continúa besando y moviéndose, sonríe cuando siente la elevación de Jimin para sentirlo más.

Se incorpora empezando a salir y entrar de él, la vista para Jungkook es majestuosa, ver cómo Jimin lo acepta por completo, escuchar sus gemidos hace que la velocidad aumente. Afianza sus manos en sus caderas, fuerte.

Se mueve hasta que siente el cosquilleo, Jimin arquea más la espalda y eso lo lleva a la gloria, un par de minutos más y derrama su semilla dentro de Jimin —Mierda... —el omega gime al escucharlo hablar.

Está por salir antes que el nudo se forme, pero Jimin lo retiene tomándolo del brazo —Te quiero por completo.

Jungkook sonríe —¿Estás cómodo en esta posición?

—Sí —Jimin apenas responde y es que Jungkook pudo ver que el omega volvió a liberarse cuando él lo hizo.

Jungkook lo abraza, logra acomodarlos de modo que Jimin se sienta bien y tranquilo. Sabe que la sensación del nudo creciendo puede ser un poco abrumadora, así que se las arregla para acomodarlos de lado, quedando él cómo la cuchara grande. Abraza a Jimin lo más fuerte que puede y lo llena de mimos. Besa su cuello, acaricia su vientre y pecho. El omega suelta una risita traviesa cuando llega a sus pezones, lo escucha suspirar —¿Estuvo bien para ti?

Jungkook sonríe —Por supuesto, fue lo mejor de mi vida —dice apegándose más a él, besando su cuello y espalda.

Pasan un buen rato de esa forma hasta que el nudo baja. Jungkook entonces le da la vuelta a Jimin y lo hace recostarse sobre su pecho.

—Eres el mejor, gracias por esto. Hay que hacerlo cada día —sonríe al sentir la pequeña mordida de Jimin—. ¿No te gustó, omega?

—Claro que sí, gracias a ti también —se acomoda acariciando con su índice el pecho de Jungkook.

—¿Quieres tomar una ducha?

—Claro, solo espera unos segundos —rehuye de su vista.

—Oye, ¿qué sucede? —Jungkook hace círculos en su espalda, besa su cabeza.

—Tengo vergüenza de verte —dice sonriendo con un gran sonrojo.

Jungkook suelta una risa ronca y burlona, recibe una palmada de Jimin como reprimenda —Amor, pero sí...

—Cállate, no sigas —Jimin refriega su rostro sobre su pecho, siente cómo el aroma de Jungkook lo envuelve y se calma.

—Eso es lindo y tierno, quiero decirte algo, pero lo haré después. No quiero que pienses que por esto diré lo que diré, ¿bien?

—Bien.

Al final Jungkook debe cargar a Jimin para salir de la cama, pues le fue imposible caminar, estando en la ducha una nueva ola de calor llegó y terminaron uniéndose en la tina.

Jungkook se aseguró de mantener cómodo a Jimin en todo momento, cambió las cobijas de la cama recostándose para descansar. Suspira y acaricia el cabello de su lindo omega, sus ojos brillan cargados de amor.

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